Por la mañana hemos salido desde nuestro centro hacia Las Palmas de Gran Canaria y en concreto hasta el Teatro Pèrez Galdós.
Alli nos recibieron, muy amablemente, y nos enseñaron todo lo que de bueno tiene ese magnífico espacio de cultura.
Se nos explicó que está situado al sureste del barrio de Triana, cerca del mar, en el margen izquierdo de la desembocadura del barranco de Guiniguada, y que en un principio llegó a denominarse Teatro Tirso de Molina, pasando por un incendio, aún no aclaradas las circunstancias del mismo, hasta la fecha, La obras de remodelación o más bien de construcción practicamente nueva se le asignó al arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre que las concluyó entre 1925 y 1928, no sin antes contar con la ayuda de su hermano Néstor, artista y pintor, que ayuda a decorar el edificio.
Sometido a una rehabilitación integral durante los últimos años, vuelve a abrir sus puertas al público en un edificio que combina el romanticismo del siglo XIX con las avanzadas tecnologías escénicas del siglo XXI. El estreno de la tetralogía El anillo del nibelungo, especialmente escogida como acto central de los de su segunda reapertura, sirvió para demostrar las nuevas capacidades técnicas y escénicas del Pérez Galdós.
Se trata de uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y uno de los teatros más modernos de España.
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